lunes, 3 de diciembre de 2012

Cómo hablar con los jóvenes sobre las drogas

Muchos padres dudan que sea adecuado hablar con sus hijos del tema del alcohol y otras drogas. Otros piensan que no es posible que nuestros hijos tengan relación con sustancias ilegales. Y otros, finalmente, retrasan el tema porque no sabemos lo que decir ni cómo hacerlo; o porque tenemos miedo de introducir esas ideas en la mente de nuestros hijos.No espere hasta el momento en que piense que su hijo tiene un problema. Muchos jóvenes que asisten a los programas de tratamiento cuentan que tomaron alcohol y otras drogas durante dos años sin que sus padres se dieran cuenta. Empiece pronto a hablarles del tema del alcohol y otras drogas, y mantenga abiertas las líneas de comunicación.
No debe asustarle admitir que no posee todas las respuestas. Deje que sus hijos sepan que el tema le interesan y que pueden colaborar juntos para encontrar las respuestas. La sección de este sitio web titulada Información sobre drogas le proporcionará documentación que puede ayudarle a debatir el tema con sus hijos.
Incluimos aquí algunas sugerencias básicas que mejorarán su capacidad de hablar con sus hijos acerca del alcohol y otras drogas:
  • Aprenda a escuchar.
    Asegúrese de que sus hijos se sienten cómodos al plantearle preguntas o problemas. Escuche atentamente lo que le dicen. No deje que lo que oye le encolerice y ponga fin por ello a la conversación. Si es necesario, haga una pausa de 5 minutos para calmarse antes de seguir hablando. Tome nota también de lo que su hijo no dice. Si no le habla de problemas, tome la iniciativa y pregúntele cómo le va en la escuela y en otras actividades.
  • Muéstrese dispuesto a debatir los temas más delicados.
    Los jóvenes necesitan saber que pueden confiar en sus padres para obtener información precisa acerca de los temas que les importan.
  • No escatime las alabanzas.
    Ponga de relieve aquellas cosas que sus hijos hacen bien, en lugar de concentrarse en las que se equivocan. Cuando los padres están más dispuestos a alabar que a criticar, los hijos aprenden a sentirse bien consigo mismos y desarrollan la capacidad de confiar en su propio juicio.
  • Emita mensajes claros.
    Cuando hable sobre el alcohol y las drogas, debe estar seguro de que sus hijos reciben con claridad el mensaje de que no deben tomar ni el uno ni las otras, para que sepan con exactitud lo que se espera de ellos. Por ejemplo, dígales: "En nuestra familia no está permitido tomar drogas ilegales y a los jóvenes no se les permite beber."
  • Sea un modelo de buena conducta.
    Los niños aprenden tanto con la enseñanza como con el ejemplo. Los hijos modelan su conducta a partir de la de los padres, por lo que debe estar seguro de que sus actos reflejan las normas de honestidad, integridad y juego limpio que espera de sus hijos.

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